jueves, 17 de septiembre de 2009

Mujeres como mi madre

Anuncio de Línea directa (poco más o menos): "Meter a una abuela con falda en un coche se convierte en una especie de Tetris".

Anuncio de Gas natural: "Mamá (dirigiéndose a una señora mayor como si fuera idiota) no hace falta que ventiles la casa todo el día, se pierde calor".

Ayer mi madre cumplió 75 años. Y hoy, como cada día, me sigue sorprendiendo el odio que gastan los publicistas con las mujeres mayores. Podríamos pensar en motivos sociológicos: Las ancianas no son exactamente el consumidor más pastoso del universo, y en muchos hogares no toman las decisiones de compra y consumo. Pero a mí me huele a machismo y autocomplacencia.

Que a estas alturas sea un tropo común en los anuncios que una suegra se caracterice por meterse en la vida del yerno, que la abuela sea una desinformada o que, directamente, no aparezcan si no es en los anuncios de crema antiarrugas -en versión Jane Fonda, estrictamente- quizá no sea motivo de sorpresa. Cada empresa es libre de vender sus productos como mejor les parezca y a enfocar su márketing al consumidor que les parezca más oportuno. Dicho lo cual, yo también soy libre de gastarme el dinero donde me plazca, y a partir de ahora declaro mi objección monetaria a las empresas palurdas que piensan que conseguirán mi complicidad denostando a un colectivo que ha levantado este país.

Mi madre cumplió ayer 75 años. Es de la misma semana que Sofia Loren y Brigitte Bardot. De jovenzuela, gastaba un aire a la italiana, y hoy tiene una piel y un sentido del humor, una mirada de inteligencia, que espero alcanzar algún día. Ha criado a cuatro hijos y varios nietos. Se metió a empresaria con más de cincuenta años. Ha conseguido, con su esfuerzo y su trabajo, tirando de carros y carretas y sin que nadie le regalara nada, crearse una cultura y una vida confortable. Con un marido que era fundamentalmente un hombre bueno, pero con el que a veces, como solía pasar con los hombres buenos de su época, también tocaba lidiar. Y sin perder el carácter, la bondad ni el sentido común. Y todo esto cuando las cartas que le dieron al nacer no eran ni mucho menos de repoker. Como ella, tantas otras mujeres mayores, ésas que la publicidad menosprecia o ignora, han luchado para que sus descendientes tengamos una mano mejor. Qué menos que exigir que se las respete.

5 comentarios:

_Xisca_ dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
_Xisca_ dijo...

No entiendo porqué la publicidad se ha vuelto tan despectiva, llamando tontos, viejos y lo que sea a cualquiera de sus targets. No comprendo qué esperan conseguir como no sea que les abofeteen por la calle.

Encima, es que muchos -y lo que es peor, muchas- te dicen que el feminismo ya no es necesario, que eres una exagerada y una histérica y luego te meten estos mensajes totalmente misóginos por donde menos te lo esperas, que a veces no te das ni cuenta, de lo acostumbrada que estás. Hay mucho maquillaje de la situación, pero sigue siendo necesario en cosas básicas, me alegro de que alguien más lo vea :).

(Antes he eliminado el comentario porque había repetido unas cosas)

Biónica dijo...

Y tanto... o eso, o en el anuncio de Tena Lady. Mucha mala leche es lo que hay.

Encantada MariCalpi :D, aquí me quedo!

Y felicidades a tu madre :)

MariCalpi dijo...

Xisca - El feminismo me parece algo a reivindicar, y más en los tiempos que corren. Socialmente hemos avanzado, pero no tanto como a muchos les gustaría creer.

Biónica- ¡Encantada de conocerte! Acabo de descubrir tu blog y esta tarde me meteré a leerlo a fondo. Y felicitaré a mi madre de tu parte.

Nuni - Cuinetes dijo...

Es denigrante el trato que reciben las mujeres de manos de algunas compañías publicitarias! Si no fuera por mujeres, como tu madre, que llevaron adelante el país en tiempos difíciles, a día de hoy no estaríamos donde estamos, ni tendríamos la calidad de vida que tenemos, a pesar de los tiempos que estamos viviendo.
Muchas felicidades para tu madre Mar, que seguro es, ha sido y será una gran mujer!