Lo ha dicho Silvia Grijalba y no le falta razón. En su artículo Yo también he sido gótica y gorda (y adolescente) expone una verdad como un pino, a saber, que es que las hijas de Zapatero, oh conmoción, no son muñecas Barbie de tardes en Joy Eslava (¿existe aún Joy Eslava, pregunto desde el País Hermano?) y boda en El Escorial, sino crías de verdad.
Porque sí, amigos, yo también he sido gótica y gorda y adolescente, aunque no espacios de tiempo coincidentes, ya que a mí lo del gotiquerío me llegó tarde, entrada en la veintena y se me pasó en cuanto se murió mi padre y me di cuenta que la muerte tiene poco de poético y mucho de mierda. El caso es que esta mañana, como todo el país, me he desayunado con las foticos de la visita a los Obama. Y he pensado que si yo hubiera intentado hacer algo semejante -no sé me ocurre el qué, ¿visitar a mis tíos? ¿presentarme así en un festival del cole?- las presiones que mi entorno hubiera ejercido para que capitulara y adoptara un atuendo más ad hoc hubieran sido de aúpa. Y eso que en mi casa no había asesores de imagen ni jefes de protocolo. Pero ellas han dicho no, yo me visto así y eso es lo que hay.
No sé ni qué edades tienen estas chicas, pero por sus tamaños deduzco que están en la época chunga-chunga de los años escolares. Aquella en que mientras tú te quieres leer tus novelas de ciencia ficción y tus mangas, jugar a tus juegos de rol, escribir tu poesía y escuchar a los Joy Division, las zorroides barbiguapas se reirán de ti porque tú te empeñas en no hacer faltas de ortografía, no saltas el plinto y te interesa más Jane Austen que los Jonas Brothers. Y se quedarán con el acnéico por el que suspires en ese momento. Aún no sabes que dentro de diez, quince años, su ortografía no habrá mejorado y sus aspiraciones vitales seguirán más o menos igual, hijo aquí, hipoteca allá.
Y puede que las tuyas tampoco hayan variado, pero tú, al menos, aunque ahora vistas de colorines, podrás mirar atrás y decir que tu padre te llevó a la Casa Blanca a pesar del pintón que gastabas entonces. Yo no sé si a estas niñas hoy les han fastidiado el día con todos los comentarios crueles que corrían por internet, y la vida entera al perderse su privacidad. Sólo digo que espero que las cosas les vayan bien, que ahora sé, y ojalá hubiera sabido entonces, que la adolescencia por suerte sólo se pasa una vez, y que es demasiado corta para ir haciendo concesiones. Sobran oportunidades durante el resto de la vida.
7 comentarios:
Lo que es realmente lamentable es que esto sea noticia de apertura en radio, televisiones y portada de periódicos. Es lamentable el "nivelón" de periodismo que exhiben algunos medios. Lamentable. Así les va.
Lo siento, tenía que decirlo.
Pues tienes toda la razón.
De acuerdo con el pingue, el nivel de difusión de la noticia es asombroso, a veces pareciera que el periodismo cumpliera la misma función que lanzar un trozo de carroña sobre las hienas, y hale. Festín de insultos, opiniones de todo pelaje y sin sentido (últimamente todo el mundo puede abrir la boca sin tener algo inteligente que decir...)
Pocos son capaces de ver más allá.
A ver, sí y no. Hay algo noticioso en que el presidente meta la pata preservando la intimidad de sus hijas. Pero ese algo no va más allá de un breve o un párrafo en la crónica de un viaje. Sí encuentro totalmente lamentable el ruido político que se ha generado alrededor del tema, que a su vez ha provocado que los medios, de modo autocomplaciente, le dieran prioridad al tema (y, que en el caso de El Mundo, se publicara la foto tal cual, a sabiendas de que por mucha Ley del Menor que haya nadie los iba a denunciar).
Me gusta mucho tu post, es el más justo con ellas, y aunque esto de que sean góticas nos pueda sorprender en un principio, acostumbrados a las pijas indistinguibles de siempre, es un rasgo de personalidad propia que tienen estas niñas. Lamento que esto les pueda suponer algún problema en su naciente vida social, confío en que se olvide pronto.
Quizá lo peor es que haya tanto retropepero ufano de que las niñas de Zapatero hayan quedado mal en la foto, que no en nada más, porque así pueden cuestionarle políticamente y de muchos otros modos, aprovechando que sus hijas no son un par de pijas con pendiente de perla, vamos, unas "señoritas" de las que les gustan a ellos, con todo lo que eso pueda implicar.
Y lo peor es que si hubieran estado buenísimas, hubieran podido ir con corsé y tutú de tul negro que nadie les hubiera dicho nada y hasta hubiesen procurado que no se viese mucho la foto. Así seguimos siendo, por desgracia.
Te ha salido un post de puta madre, es lo que más me ha gustado leer sobre este tema y mira que se han escrito cosas.
No lo acabo de leer, es que he tardado en commentar. Ando medioloca por la vida y tengo ganas de verte y tal. ¿Te acuerdas de esa cena/concurso que tenemos pendiente? Pues eso.
Dontchu güorry, Be. Últimamente estoy más liada que cuando trabajaba, yo no sé qué nos está pasando... Me alegro de que te gustara. Esta semana procuraré ponerme con lo del menú, que le tengo ganas al trigo bulgur, pero entre el resfriado y los papelacos del despido no he tenido tiempo de pensar mucho en comida.
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