Nadie en su sano juicio podría explicarse por qué, estando en paro, llevo dos meses sin tocar este blog. Pero tiene una explicación, y como bloguera vuestra que soy, os la voy a dar.
Todo comenzó cuando se suponía que había encontrado de nuevo trabajo. Una amiga, M., que había sido mi jefa en mis años de la tele, me llamó para decirme que necesitaba una guionista para un programa de ciencia que se iba a hacer en cierto canal temático. ¡Genial! Me compré un montonazo de libros sobre temas que desconocía -yo, que soy de letras puras-, todos ellos con títulos en los que salían palabras como "impostura", "relatividad" o "paradigma". La verdad es que me estaba gustando, pero cuando ya teníamos entrevistado al primer invitado que tenía que venir -un oceanógrafo que dice cosas muy interesantes- el programa se fue a la porra, por un cúmulo de razones nebulosas (que, cuando no se trata de las audiencias, es lo que causa la ruina de los programas de tele). D.O.A., como dicen en las pelis de guerra yanquis. Mi abandono del paro nunca llegó a producirse.
Y en éstas nos plantamos casi en noviembre. No sé qué santo se me apareció, pero recordé que en algún lugar yo había leído que noviembre era (es) el NaNoWriMo, es decir, un presunto National Novel Writing Month. Lo que a la práctica supone que frikis de todo el mundo se juntan a través de internet para escribir, en los treinta días de rigor, una novela cada uno. Y la novela en cuestión debe tener un mínimo de 50.000 palabras (que vendrían a equivaler a unas 120 páginas). Suena a plan desesperado y desquiciado, y lo es. Ni me lo pensé. Cogí la sinopsis de un novelón histórico-gastronómico que me rondaba por la cabeza desde la primavera y me apunté. He escrito las dichosas 50.000 palabraas, un tercio más o menos de la sinopsis. Por motivos que no vienen al caso, por las mañanas tenía otras obligaciones que me impedían largarme de delante del ordenador, lo que me ha llevado a pegarme jornadas de doce horas durante un mes. No sé si estoy orgullosa, descansada o asustada de haber terminado, pero en cualquier caso sé que sólo es un principio. ¿Habrá alguna luz de cordura al final del túnel de la novela? ¿Conseguiré acabarla, ahora que ya se acaba lo del NaNo? Me gusta de mí misma el haber sido capaz de tener la disciplina para hacer algo que nadie me exigía, no haberme censurado, y haber tenido el egoísmo suficiente para creer en ello. Y me disgusta la vergüenza que pasaré cuando revise lo escrito, así como todo el trabajo que me queda por hacer. Espero, mientras, volver a tener tiempo para este blog.
1 comentario:
Bieeen!! Estaremos esperando!! Habrá forma de ver ese libro? :D
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